lunes, marzo 12, 2007

Consultoría 2.0

De repente todo es “2.0”: la web, la política, el periodismo...hasta este blog resulta que es 2.0 (pero por la versión, no por nada más!). Pero si hay algo que realmente es 2.0 es la Consultoría en nuestro días.

Se ha producido un cambio que justifica sin duda el pasar a una nueva versión: la Consultoría 1.0 es difícilmente mantenible. Las causas del cambio, son, como en todo lo 2.0, las personas. Que nadie se confunda: la revolución de la llamada web 2.0 no es lo tecnológico, es lo social.

En la consultoría la actualización de versión se debe (en gran medida sino completamente), a un cambio cultural de la sociedad. El prestigio de la “firma”, la vida alrededor del despacho, las jornadas infinitas como símbolo de compromiso... ya no motiva, ya no se lleva. Hay que evolucionar, cambiar el chip, mudar de traje. Los colores grises han dejado sitio a todos los demás, chillones o pastel según la empresa.

La figura de señor feudal que algunos antiguos socios mantenían ya no se puede mantener más. La escalera de mando por la que todos querían medrar se ha oxidado, el crecer ha través de la misma ha dejado de ser motivación.

Hay que ofrecer a las nuevas generaciones nuevas recetas: riegos y retos para los más aguerridos (“No Risk, No Fun”), pero también respeto a la vida personal para el resto... el buen trabajo entendido como el trabajo realizado en forma y horario, la conciliación en la media que esta sea compatible con la consultoría (debería de serlo, al menos, más que en los "tiempos feudales").

Por supuesto, todo esto aplica a empresas con una cultura corporativa y unos valores (no se lo crean ustedes si no quieren, pero yo trabajo en un sitio que tenemos de eso!). Para el resto, para las empresas de “programador al kilo” carentes de identidad, cultura o nada que se les parezca....nada habrá cambiado. Lamentablemente en España esto puede ser al caso más extendido...

2 comentarios:

box dijo...

Buenas, estoy de acuerdo. Creo que la cultura de empresa de la mayor parte de las consultoras sigue en una realidad de mercado que se extinguió hace ya tiempo ...

Hubo un día en que la empresas llamaban a la puerta de las consultoras pidiendo ideas y soluciones. Aquellos tuvieron que ser buenos tiempos. Las consultoras captaban los mejores profesionales invirtiendo en su formación y todavía tenía sentido hablar de valor añadido. El cliente recibía valor y aportaba su propio equipo para desarrollar ideas orientadas a conseguir una ventaja competitiva o simplemente un mayor nivel de eficiencia en sus operaciones. Los más afortunados eran llamados para estudiar la mismísima cultura de empresa: lo más valioso que tiene una compañía. El consultor era un pez gordo que se sentía identificado viendo Wall Street como lo mostró Oliver Stone, vestía trajes caros y leía a Michael Porter. El socio era un gurú, el gerente un triunfador y el consultor una promesa: ¿quién quería vida privada entonces y para qué?

Y un día todo cambió y eso sucedió no hace más de diez años. El cliente dejó de pedir valor y empezó a pedir trabajo. Ahora era él quien tenía las ideas y sólo buscaba quien se remangara para ponerlas en práctica. El valor añadido desapareció, las tarifas cayeron y con ellas no quedó otro remedio que estrujar el margen machacando al consultor. Que ya no es una promesa, es un peón. El gerente no es un triunfador, es un explotador. ¿El socio? Un señor que mira hacia otra parte y que no gana más de lo que gana un directivo en un cliente aunque sigue hablando de éxito y excelencia. En ese intento de mantener la cultura anterior manifiestamente caduca la oferta se hace engaño y las promesas acaban siendo mentiras dolorosas para aquellos recién titulados que ni siquieran podrían entender de verdad lo que discutimos en estas líneas.

Estoy de acuerdo contigo en que en esa Consultoría 2.0 exige cambios. Muchos. Ahora es deber de los que somos profesionales desarrollar una nueva cultura de empresa, una manera de entender el compromiso y las relaciones en el trabajo. Y darnos por satisfechos por haber abierto los ojos: aún hay muchos jóvenes que montan en el metro lo lunes con trajes impecables y bonitas corbatas, y la barbilla bien alta, casi me estoy viendo, mientras los que hemos pasado por allí les miramos con cierta sorna y la ternura del que ha pasado exactamente por lo mismo.

Un saludo,
box

vorjales dijo...

box, muchas gracias por tu aportación.

Aunque el mercado del body-shopping haya crecido enormemente yo creo que el cliente sigue necesitando y pidiendo valor. Vamos, que tampoco lo veo tan negro como tú lo planetas.... Sigue existiendo consultoría "de verdad", aunque usen el palabro consultoría para referirse a muchas otras cosas.

Lo que creo es que cualquier empresa de Consultoría ha de evolucionar. Nuestro capital son la personas y las preocupaciones de las personas cambian, lo que nosotros les damos, debe por tanto también cambiar....